De obedecer a
obedeSer
Obedeser es el verbo que quiero enseñarle a mi hijo, sí con S.
Esta es mi declaración pública y solicitud oficial a la RAE para incluir este nuevo verbo, aunque en el fondo de mi corazón, quisiera que realmente se hiciera un cambio en el verbo original.

“Mi hijo es muy obediente”, “hace mucho caso”, “hace todo lo que le digo”, “un niño juicioso y obediente”.. algunas de estas frases son quizás de las más frecuentes y perturbadoras que podemos escuchar y recibir como madres, entrar a comparar los comportamientos de nuestros hijos, señalarlos y etiquetarlos por lo que hacen y no por lo que son (por su hacer y no por su ser) es de las prácticas más delicadas y complicadas que podemos tener en nuestra maternidad.
¿Qué emociones queremos para nuestros hijos?
No solo para la autoestima de nuestros pequeños sino para nuestra tranquilidad mental y social como familia. Como adultos queremos que un niño haga caso, que sea obediente, que no cuestione ninguna de nuestras indicaciones y que las cumpla en la brevedad de tiempo posible; sin embargo, cuando otro adulto nos pide que hagamos caso, que seamos obedientes, que no cuestionemos sus indicaciones, que las cumplamos a la menor brevedad de tiempo posible nos sentimos atacados, vulnerados, manipulados hasta chantajeados, empezamos a sentir rabia, rencor, fastidio y hasta incomodidad para relacionarnos con esas personas, por ejemplo esos jefes que no son líderes sino que se imponen y soñamos con el día que podamos cambiar de puesto de trabajo o que cambien de jefe.. Pero nuestros hijos pueden cambiar de padres?

Está claro que no es posible que quizás también hemos tenido momentos de querer cambiar de hijos porque, seamos sinceras, hay días donde es un reto tras reto que no encontramos una salida y terminamos con la cabeza y el ánimo patas arriba.
Creo que nadie como madre o padre quiere que sus hijos tengan esas emociones cuando nos ven o piensan en nosotros, queremos un vínculo de amor, respeto y admiración. Ahora quizás estés pensando entonces ahora tengo que dejarlo que haga lo que quiere porque no le puedo decir que hay que obedecer, y es aquí donde entra la letra S!!
ObedeSer, sí con S.
Si, enseñémos a obedeSer con S!!! cambiemos el cumplir la voluntad de quien manda o lo que establece una ley o norma. (obedecer) por cumplir las normas, leyes y límites establecidos en el entorno teniendo en cuenta y respetando el criterio propio. Está muy teórica la definición te voy a poner algunos ejemplos.
Todos los padres y madres soñamos con ver a nuestros hijos con criterio propio para afrontar situaciones retadoras como por ejemplo cuando les ofrezcan drogas, queremos verlos en la capacidad de decir NO, sin sentir culpa, sin sentirse excluidos y sin sentir que los van a dejar de querer por no hacer lo que los “amigos” hacen, esperamos que lo hagan porque saben que no es correcto ni adecuado no pensando simplemente que es algo que no nos gusta a nosotros, porque aquí estamos hablando de la necesidad de ellos de agradarnos y no de su criterio personal, pero eso es tema para un próximo blog.
ObedeSer con criterio y sin libertinaje
Enseñarles a nuestros hijos obedeSer es darles la oportunidad de fortalecer su criterio personal, que aprendan a escucharlo, que puedan comunicarlo y respetar sin verse afectados por ningún tipo de presión externa., esto alineado a las normas, leyes y límites del entorno, ya sean tan comunes y evidentes como las normas de tránsito, leyes penales hasta los límites que como familia se han establecido (como si se puede o no saltar en las camas). Aquí es donde no les permitimos “hacer lo que se les da la gana” porque nos guiamos por los lineamientos que hemos determinado pero si tenemos espacios o momentos donde podemos respetar sus determinaciones personales.

La forma de saludar por ejemplo, es un momento específico donde podemos explicar el obedeSer, para mí un saludo es indispensable, yo trato de saludar siempre a todas las personas y espero que mi hijo lo haga. Trato de repetirle y reafirmarle la importancia que tiene para mi.
Sin embargo, respeto mucho la forma como él quiera ejecutar ese saludo, no lo obligo a dar besos, a chocar los cinco, a abrazar, a sonreír o mirar si no se siente cómodo, es más he tenido muchas situaciones donde con mi mamá no ha querido despedirse ni saludarla, en esos casos le reafirmo que es cortez saludar y despedirse que si no quiere darle besos o abrazos puede utilizar solo las palabras y cierro con un lo volvemos a intentar la próxima vez, respetando que en ese momento no se siente cómodo para hacerlo sin dejar de lado mis límites y normas establecidas.
ObedeSer en los niños
Con los niños todo es un proceso de repetición y constancia.. de paciencia y creatividad para encontrar nuevos caminos. Hay situaciones que nos llevan a toparnos con frases como es que no lo educan bien, lo dejan hacer lo que quiera, y llega nuestra no tan querida amiga “la culpa de la maternidad”, esa Judas que nos traiciona y nos lleva a cargarnos de dudas de nuestras decisiones y formas de hacer las cosas.
Esperamos 9 meses para que naciera, 6 meses para que comiera “sólidos” 12 meses para que caminara, 18 o más para que hablara, las habilidades sociales, de comunicación asertiva e inteligencia emocional no van a ser inmediatas, requieren las 3P, perseverancia, persistencia y paciencia.
Confía en el proceso, ajusta los límites que sientas que deben ser ajustados y recuerda que los procesos no son lineales, nada es absoluto todo es relativo.
Si quieres saber cuales son los 3 pilares necesarios para enseñar a obedeSER y las 5 herramientas para implementar esta habilidad en casa no te pierdas los siguientes blogs.