¡Hola!
Soy María Cecilia Muñoz
Hasta el 2017, era solo una profesional en negocios internacionales enfocada en sus proyectos de emprendimiento y con el gran sueño de ser mamá en algún futuro cercano. Ese sueño se hizo realidad más pronto de lo imaginado y así suene a frase cliché, me cambio mi vida completamente.
Ser mamá no es como lo imaginaba, mi mundo y mis expectativas se subieron a una montaña rusa de emociones, experiencias, situaciones y decisiones que me dieron un giro de360° en mi vida.
Si, 360° no 180°, muchos dirán que quedé en el mismo lugar y efectivamente, estaba en el mismo sitio, con la misma vida, pero con experiencias que me hacían ver TODO muy diferente. Es igual que el sol, da un giro completo de 365 días, pero no por eso quiere decir que cada vez que repite un día sea igual que lo pasado hace 365, ¿no?

Poco a poco con el pasar de los meses me di cuenta que había un mundo lleno de información que permitía vivir la maternidad en todos sus roles de una forma más consciente y empoderada. Sin embargo, 8 meses después del nacimiento de mi hijo, viví una situación que en su momento me hizo chocar contra el mundo; me separé del papá de mi hijo.
Muchas personas a su manera fueron mi soporte, mi apoyo y mi compañía en esos momentos tan difíciles, pero aún cuando sé que eran comentarios desde su desconocimiento y experiencias propias de sus niños heridos, escuché frases como, «necesitas un hombre a tu lado que sea la autoridad para la vida de tu hijo» «no vas a ser capaz de criarlo porque un niño necesita que le hablen fuerte para que haga caso», me hicieron cuestionar porque relacionamos la crianza con gritos, golpes o amenazas; pero sobre todo me hicieron decidir lo que NO quería para la vida de mi hijo.

Descubrir que cada reto o situación a la que me enfrentaba era solo un primer hilo de una cuerda completamente enredada me llevó a interesarme por buscar formas diferentes de hacer las cosas, encontrar nuevas herramientas para tener nuevos resultados.
Así fue como encontré la crianza conectiva y disciplina positiva como una herramienta para conocer y reaprender muchos conceptos y herramientas que me han permitido disfrutar mi maternidad con menos culpa y sin caer en ser autoritaria o permisiva.
Entender que NO quería una crianza infundada en miedos o amenazas fue clave para continuar con la búsqueda de formaciones, cursos, certificaciones que me permitieran conocer de fondo esos caminos desconocidos y diferentes que me parecían tan interesantes. Y así fue como de una necesidad y pasión propia por conocer nuevas herramientas y caminos de crianza pude descubrir una nueva misión en mi vida.
Con toda las formaciones que he tenido la oportunidad de realizar fui creando conceptos propios, metodologías y herramientas que se ajustaban a mi realidad con mi hijo. Con el pasar del tiempo y revisando todos mis conocimientos logré crear una metodología que me permitiera invitar a mi entorno a vivir la Maternidad de forma Amorosa, Consciente, Respetuosa y Empática (que es MACRE). Viendo los cambios que se generaron en mi entorno sentí la necesidad de compartir todo este conocimiento y experiencia para dar el Mejor Acompañamiento, Contenido, Respaldo y Escucha a millones de familias que buscan nuevos caminos en la crianza de sus hijos.
Me siento muy agradecida y afortunada de poder ser parte de experiencias de cambio en muchas familias, me encanta poder ver cómo cada familia adapta los conceptos a su realidad y los vuelve propios, sin sentirse presionados, angustiados ni culpables durante el proceso.
Te invito a ser parte del grupo de familias que han decidido tomar acción y encontrar nuevos caminos para grandes experiencias de vida, donde pasan de sobrevivir y pasar días desesperados, angustiados y desgastados física, mental y emocionalmente a vivir y disfrutar la crianza y la conexión con sus hijos, estaré encantada de poder acompañarte en tu proceso también.
